lunes, 17 de marzo de 2008

Mi casa


Esta es mi primera actualización desde el Dinamarca, he estado bastante ocupado poniendo en orden mi vida, aprendidendo a cocinar, amueblando mi habitación, y hoy por fin, despues de haber comprado mi bici, puedo decir que me siento integrado en esta sociedad rubia y de ojos azules.
La verdad que poco a poco empiezo a valorar lo que tenía en casa, la comida en la mesa preparada cuando llegaba de clase, la habitación recogida como por arte de magia, esto es, que aquí las cosas son muy distintas.
Si comes, tienes que limpiar los platos, lógicamente, pero bueno, no sabeis la pereza que me da ponerme a fregar despues de cocinar esos ricos macarrones con bonito, que son la única cosa que se hacer con seguridad.
He de confesar que el otro día freí un huevo, de hecho necesité dos, en un principio para atreverme y luego porque la cagué, y lo eché con el aceite fria, y me rompió y el pollito asomó la cabeza y la ostia.
Últimamente, me dedico incluso a hacer carne con patatas, cualquier tipo oye, que si pechugas de pollo, que si zancas, que si lomo, que si chuletas de cerdo, sin problemas.
Solo tengo que echar mano de la página personal de Arguiñano para imaginarme como debería ser lo que estoy comiendo.
Incluso, aunque no os lo creais, hago pan, pero prefiero no entrar en detalles por si alguien me dice que es dañino para la salud, prefiero morir en la ignorancia.
Mis tareas del hogar no acaban ahí, el sabado me dediqué a hacer la colada, lo vi sumamente necesario cuando al ir a por un calzoncillo me di cuenta que ese día tocaba camuflaje, que frescor...
Ahí me fui con mi bolsona azul de Ikea, llena de ropa y mi superdetergente, no diré la marca por no hacer publicidad en este mi espacio,lleno de expectativas sobre como sería mi primera vez.
La verdad que no estuvo mal, tras estar 33 minutos mirando como gira el tambor, tiempo que tarda el programa de lavado a 40º, tenía un mareo que ya quisieran muchos chavaletes de 15 años cuando se estrenan en la noche de sus respectivas ciudades.
Lo de la secadora fue ya otro cantar, el miedo a que las sábanas pasaran a ser pañuelos, me amargó la experiencia.
Y ahí no queda todo, no no, cuando llegué, me encontre con una habitación vacia, así que me fui al IKEA y me compré el lote Erasmus.
Y en que consiste este pack, os preguntareis, pues básicamente en el escritorio blanco de 15 euros, silla de plástico de 10, estantería fea fea, pero fea de cojones, por 8 euros, y cama de 90 cm compuesta por colchón de estos de 80 euros que te dan escoliosis, somier y patas, estas últimas como comprendereís están en el armario, no creo que aguantasen demasiado, y prefiero no despertarme en el suelo.

Lo de la bici... os lo contaré mañana, que es una larga historia y se merece un día entero.

Pasarlo bien por España, y no olvideis que en Dinamarca tenéis una casa, además sitio hay de sobra, al menos hasta el mes que viene cuando vuelva al IKEA y me compre el jacuzzi y el puff. Hasta hoy , esa es la imagen de mi pequeña república independiente.

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